Le Regard d’Anna responde al llamado de los niños y analiza todo tipo de vulnerabilidades: miles de niños en Madagascar y Vietnam son demasiado pobres para ir a la escuela. Su fragilidad exige aún más ayuda, compasión y amor. Los niños pobres y vulnerables son el futuro de su país, porque pueden convertirse, si se les dan los medios, en modelos de responsabilidad que queremos seguir e imitar.
Frente al sufrimiento de los niños y de las familias que viven en estado de extrema pobreza, Le Regard d’Anna desea satisfacer sus necesidades vitales y reconocer su dignidad. Le Regard d’Anna apoya proyectos educativos en beneficio de las poblaciones desfavorecidas. La asociación desea educar, formar y apoyar a los niños para que puedan desarrollarse moralmente, emocional e intelectualmente.